martes, 2 de septiembre de 2008

Sindrome postvacacional

Esta en esta última semana muchos medios de comunicación hablan del síndrome postvacacional.
Pienso que este termino viene a referirse a una situación de desgana, desasosiego, añoranza por un momento diferente provocado por el cambio de vacaciones a trabajo, principalmente.

Es un estado parecido al comienzo del trabajo en lunes tras un fin de semana, aunque mucho más corto y concreto. Existen muchos lunes a lo largo del año lo que permite adaptarse mejor a las circunstancias mientras que se toman vacaciones una o dos veces al año.

Una intervención de Coaching aquí ayudaría a la persona comprender de una forma más certera como comprende lo que le ocurre permitiendo identificar el malestar y transformarlo en una oportunidad de mejora y como no, en un aprendizaje.

Un ejercicio que ayuda en estas situaciones es el siguiente:

Pensad en como os lo habéis pasado en estas últimas vacaciones. Visualizar las distintas imágenes de estas vacaciones y, a partir de ahí incorporar a esta imagen:
  • Más imágenes de aquellos días de disfrute
  • Sonidos agradables, relevantes y útiles
  • Recordad personas/cosas que habéis tocado, ¿que tacto más os gustó?
  • Notad que cosas os gustaron, os fueron indiferentes y las que no.
  • Y, por último, recordad olores y sensaciones gustativas en todo ese tiempo.

Ahora el recuerdo será más completo y podréis detectar que cosas fueron importantes para vosotros. Puede que os gustara un paseo en bici con vuestros hijos, una comida con vuestra mujer/hombre, una charla con vuestros amigos, una visita turística a un museo...

Una vez que lo tenéis claro y confirmáis que es lo que os gusto y os hizo sentir bien, pensar hacia el futuro cercano, dentro de 10 minutos, en la próxima hora, el próximo día o próximo fin de semana.

¿Qué podríais hacer para que ese bienestar se pudiera repetir en esos momentos? Pensad en ello, como vosotros y los que os rodean podrían disfrutar de esa situación que has provocado. Como vuestro hijo disfrutaría de su padre y el padre de él en un paseo de bici el miércoles por la tarde. Igualmente podríamos plantear en los demás ejemplos.

El realizar esas actividades te hará sentir participe de tu propia vida, disfrutar de ellas cada vez que puedas y no esperar a que lleguen las vacaciones. Y por su puesto, no recordarás con añoranza esta situación después de las vacaciones porque lo mantienes activo y lo sigues disfrutando después.

Sólo puedo animarte a ser participe de tu propia vida y hacer que los buenos momentos se repitan tantas veces como puedas.

Que tengas un buen día!!!

No hay comentarios: